martes, 27 de febrero de 2007

Palo bonito

La tercera fecha del torneo Clausura 2007 dejó, además de varias incertidumbres y un gol de mitad cancha, una enorme cantidad de tiros en los postes. Cabezazos, tiros de larga distancia e incluso rebotes se estrellaron tanto en los parantes como en el travesaño. Arqueros, jugadores e hinchas se ilusionaron, sufrieron y festejaron el desvío de la trayectoria de aquellos balones que por una de esas cosas del destino no tenían destino de red.
Hay quienes dicen que en un reino muy lejano existió un torneo en el que nadie pudo convertir ningún gol. La princesa quien había prometido casarse con el goleador del torneo, en un arranque casi desesperado, decidió casarse el primer jugador que estrelle un tiro en el poste.

Muchos dicen que fue feliz, algunos pocos lo desmienten completamente.