Queda claro que numerosos ejemplos confirman que el siguiente debate no es una regla, sin embargo, como toda charla de café, tiene un dejo se sabiduría.
"Dos ideas del fútbol se enfrentan en esa lid viscosa entre los defensores de los nueves y los paladines de los diez; la eficacia del goleador contra la elegancia del armador, la torpeza de quien arremete contra la distinción del que dibuja, la banalidad de quien concluye contra la genialidad de quien idea.
O, incluso, la banalidad de quien concluye contra la genialidad de quien idea"
(textual: Bingo, de Martín Caparros)
¿Serán Riquelme y Palermo acaso el mejor ejemplo de esta teoria?
domingo, 8 de mayo de 2011
domingo, 27 de marzo de 2011
Textuales
"Un grupo de chicos pasa bajo la lluvia. Camisetas de Boca, de River, una de Racing. Humildes. Pobres. Todos llevan zapatos de fútbol. Supongo que no se los deben sacar ni para meterse en la cama, si es que tienen una cama donde meterese. Se pasan entre ellos una pelota de cuero un poco destartalada pero todavía sufiente. La lluvia es pareja y ellos parecen secos, impermeables."
Pablo Ramos, "La ley de la ferocidad"
Pablo Ramos, "La ley de la ferocidad"
lunes, 17 de marzo de 2008
Goles imposibles
El sábado experimenté en carne propia una de los momentos más difíciles del fútbol: cargar con la cruz de errar un gol hecho.
Les aseguró que cuando hablo de un gol hecho no estoy exagerando. Un rebote me dejó de cara frente a el arco, el arquero estaba en el suelo, los defensores a varios pasos de distancia. Yo sólo tenía que empujarla. Bajé la cabeza y en el afán por asegurarla le metí un fierrazo que lejos de meterse en el arco terminó yéndose ¡Al lateral!
Por suerte mi equipo ganó, de haber empatado o perdido mi culpa sería todavía más grande. A dos días del partido todavía me lamento por la jugada.
Les aseguró que cuando hablo de un gol hecho no estoy exagerando. Un rebote me dejó de cara frente a el arco, el arquero estaba en el suelo, los defensores a varios pasos de distancia. Yo sólo tenía que empujarla. Bajé la cabeza y en el afán por asegurarla le metí un fierrazo que lejos de meterse en el arco terminó yéndose ¡Al lateral!
Por suerte mi equipo ganó, de haber empatado o perdido mi culpa sería todavía más grande. A dos días del partido todavía me lamento por la jugada.
miércoles, 12 de marzo de 2008
Darlo vuelta
El gran triunfo de San Lorenzo anoche en Bolivia me trajo a la mente otra de las emocionantes variables que tiene el fútbol: la remontada
La remontada, muchas veces catalogada como hazaña contiene un enorme plus emotivo, y consiste, fundamentalmente, en revertir una situación que se presenta adversa. En dar vuelta el resultado, en transformar la derrota en triunfo, a veces incluso un empate también es considerado
La remontada tiende a ser más espectacular cuando es en pocos minutos o cuanto más abultado era el resultado adverso. (Ejemplo: 3 a 0 abajo)
Ganar después de ir perdiendo, es ganar dos veces,
será por eso que se festeja el doble.
¿Te acordas de alguna remontada en particular?
La remontada, muchas veces catalogada como hazaña contiene un enorme plus emotivo, y consiste, fundamentalmente, en revertir una situación que se presenta adversa. En dar vuelta el resultado, en transformar la derrota en triunfo, a veces incluso un empate también es considerado
La remontada tiende a ser más espectacular cuando es en pocos minutos o cuanto más abultado era el resultado adverso. (Ejemplo: 3 a 0 abajo)
Ganar después de ir perdiendo, es ganar dos veces,
será por eso que se festeja el doble.
¿Te acordas de alguna remontada en particular?
martes, 4 de marzo de 2008
Chancha rápida
La lluvia es, sin dudas, otro de los grandes ingredientes que tienen el fútbol. Ya sea de improvisto o anunciada, finita o tupida, influye de gran manera en el desarrollo del juego. La principal variable que afecta es la velocidad del campo, lo que repercute de inmediato en la pelota.
La cancha mojada es una invitación para probar desde afuera del área, zambullirse de cabeza en un centro, ir en busca de la pifia del defensor o un mal pase al arquero.
Bajo la lluvia también existe una tendencia al incremento de amonestados y expulsados. La velocidad contribuye al destiempo y aquellos jugadores con tendencia a la acutuación encuentran la superficie ideal para deslizarse.
De ahí que sea prácticamente imposible que un partido bajo la lluvia finalice 0 a 0. No sé, la verdad es que yo no me acuerdo de ninguno.
La cancha mojada es una invitación para probar desde afuera del área, zambullirse de cabeza en un centro, ir en busca de la pifia del defensor o un mal pase al arquero.
Bajo la lluvia también existe una tendencia al incremento de amonestados y expulsados. La velocidad contribuye al destiempo y aquellos jugadores con tendencia a la acutuación encuentran la superficie ideal para deslizarse.
De ahí que sea prácticamente imposible que un partido bajo la lluvia finalice 0 a 0. No sé, la verdad es que yo no me acuerdo de ninguno.
jueves, 28 de febrero de 2008
Gol agónico
Todos los goles modifican algo, pero vale destacar la enorme capacidad de transformación que tienen los goles sobre la hora. Favorecidos por el factor tiempo, su poder de definición sobre el marcador resulta implacable. Esta última condición, directamente proporcional al humor de los hinchas, hace de los goles sobre la hora una especie única e inagotable.
El mejor y más actual ejemplo es el partido disputado el día de ayer entre River (Argentina) y América (Méjico), el gol sobre la hora de Ortega, cambió todo.
Los murmullos en aplausos.
La duda en una mirada aprobatoria.
Los cambios del DT de intrascentes a fundamentales.
Un ídolo en todavía más ídolo.
Existen varios tipos de goles sobre la hora: los merecidos, los injustos, los regalados. Pero ese ya es otro tema.
El mejor y más actual ejemplo es el partido disputado el día de ayer entre River (Argentina) y América (Méjico), el gol sobre la hora de Ortega, cambió todo.
Los murmullos en aplausos.
La duda en una mirada aprobatoria.
Los cambios del DT de intrascentes a fundamentales.
Un ídolo en todavía más ídolo.
Existen varios tipos de goles sobre la hora: los merecidos, los injustos, los regalados. Pero ese ya es otro tema.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
